Calahorra tiene la privilegio de disfrutar de una plaza llamada libertad.

​​​​Es una preciosa plaza obra del escultor vecino de Aldeanueva del Ebro Miguel Ángel Sainz que ahora se encuentra oscura, gris y descuidada cuando la libertad es símbolo de luz, alegría y bien común.

Tiene varias figuras alrededor de un olivo que es el único elemento natural. Representan al hombre y la mujer simbolizando la libertad. Estas requiere de iiluminación y de un mantenimiento adecuado. Además de un mobiliario adaptado y de la eliminación de cualquier barrera arquitectónica que pueda afectar a personas con movilidad reducida.

Una plaza obra Miguel Ángel Sainz y que representa algo tan preciado como la libertad tiene que un símbolo de Calahorra de la que todos estemos orgullosos.

Nota de la Comisión evaluadora: 

La Comisión coincide en que es urgente una modificación en los alcorques de los árboles, una mejor señalización, iluminación y pasos accesibles a personas con discapacidad. Acuerda admitir esta propuesta y estudiar las cuestiones más urgentes y que puedan ser atendidas con el presupuesto.

Limpiar, nivelar y ajardinar los taludes existentes desde la Cuesta del Peso hasta el colegio Teresianas consiguiendo así una mayor salubridad y una mejor impresión al visitante a la entrada de nuestra ciudad.

Nota de la comisión evaluadora:

Es necesario priorizar las actuaciones más urgentes hasta agotar el presupuesto.

Es el solar de la antigua Aduana. Alrededor de este solar hay hallazgos, noticias y evidencias de restos arqueológicos importantes: mosaicos, termas, cloaca... y es necesario, antes de adaptarlo para el aparcamiento previsto, llevar a cabo sondeos para confirmar o no la existencia de restos arqueológicos que se puedan poner en valor.

Con el fin de dignificar el acceso al conservatorio de Calahorra, lugar donde estudian más de 200 alumnos de Calahorra y del entorno de Rioja Baja y Ribera de Navarra, se plantea la mejora-ajardinamiento de los taludes y entornos del conservatorio de Calahorra. Así también se propone instalar una pérgola que cubra desde la entrada del conservatorio hasta la puerta lateral de la ermita, la cual se podría incluir, en determinados períodos de la jornada, en aula del conservatorio (el espacio de la ermita, se entiende); de esta forma la ermita podría tener un uso más intensivo durante el período escolar del conservatorio. 

Nota de la Comisión Evaluadora: 

Se estima que es necesario un adecentamiento de la zona, con limpieza de taludes, adecuación de escalera de acceso, etc. hasta cumplir el presupuesto. Se desestima la instalación de la pérgola, que superaría el presupuesto estimado.

Como elemento de ceremonial y protocolo y símbolo del poder municipal, la figura de los maceros consistoriales está presente en Calahorra, al menos, desde finales del siglo XIX, aunque en los inventarios de la Catedral también aparecen mazas de platería siglos atrás. 

En 1952, se adquieren las mazas actuales, que lucen las efigies de los santos Emeterio y Celedonio en dos de sus caras y el escudo municipal en las otras dos, desaparecido las anteriores, y aparecen también los heraldos, diseñados por Mª Rosario Cascante de acuerdo al modelo tradicional castellano, con sus tabardos de terciopelo rojo, restaurándose también los antiguos trajes de los maceros, a los que se incorpora el escudo municipal. En 1969 se sustituyen los cuatro trajes, y las vestiduras de los maceros pierden su modelo original para pasar a seguir el de los heraldos. Sin embargo, en el año 2017, desaparecen los trajes empleados hasta entonces, sustituyéndose por unos uniformes al estilo del Siglo de Oro que nada tienen que ver con la tipología de estas figuras que son un símbolo del poder empleado desde la Edad Media.

Lo que se pretende con esta propuesta es la restauración y exposición, en primer lugar, y con mayor importancia, de los trajes originales de los maceros, en uso, al menos, desde las últimas décadas del siglo XIX hasta el año 1969, que se conservan en un estado precario en la boardilla de la Casa Consistorial. Son dos dalmáticas y sombreros de terciopelo rojo y dos lechuguillas blancas. Su antigüedad y valor como símbolo municipal bien merece su restauración, conservación y exposición. Asimismo, habrían de restaurarse los dos tabardos y gorras de terciopelo rojo con pluma blanca de los heraldos de 1952. Quedaría a juicio de la corporación la idoneidad de restaurar los cuatro trajes de los maceros y heraldos de 1969 para aprovechar el contrato que habría de expedirse a fin de la restauración de los anteriores.

Una vez restaurados, debería estudiarse la exposición de los dos trajes antiguos de los maceros en unos maniquíes que habrían de adquirirse a tal fin, en algún lugar de la Casa Consistorial. De igual manera, deberían exponerse las mazas consistoriales en un panel que pendería, de igual modo, de alguna pared del Ayuntamiento. Habría de valorarse, en este sentido, la restauración de las mazas, que actualmente tienen un color ocre apagado, tratando de recuperar el color metálico original o valorando la posibilidad de dorarlas si así se estima conveniente.

Esta propuesta busca la conservación y restauración de otra parte del patrimonio local, además de un símbolo municipal. Lo que se propone no es que vuelvan a ponerse en uso, aunque sería lo más adecuado, dado que es un elemento de protocolo y ceremonial tradicional, que atiende a un canon muy estricto, como es el del macero castellano, propio de estas tierras, con el que rompe absolutamente el modelo estrenado en 2017.

Amigos de la Historia de Calahorra. Limpieza de la Matrona en estado lamentable. Monumento a Prudencio con pintadas e iluminación fundida. Busto de don Pedro Gutiérrez sucio y rodeado de pipican. Monumento a la constitución con pintadas. Monumento a Quintiliano que solo ilumina el escudo de Calahorra, no la efigie.

Nota de la comisión evaluadora:

Previo estudio de  las prioridades y actuaciones que pudiera acoger el presupuesto.

La propuesta consiste en la instalación de una réplica del trenillo que hasta 1966 hacía la ruta del Cidacos agua arriba y cuyo trazado (línea roja) pasaba precisamente por la rotonda del final de la Avenida Valvanera (Flechas verde y amarilla) que lleva sin decoración desde su construcción.

Por otra parte en la isleta adyacente (Flecha azul), se propone recrear un pequeño fragmento del apeadero de Valvanera consistente en andén, vías, cartel explicativo y otro con el histórico nombre de la parada: Calahorra-Ciudad (Fecha rosa). Todo ello iría unido a la intención del ayuntamiento de terminar de acondicionar la zona, como se comunicó recientemente desde un cuestionario online.

Después de más de 100 años desde que iniciara su construcción, a día de hoy solo nos queda la Vía Verde y las historias de nuestros mayores. Para jóvenes como yo es un gran desconocido, y resultaría de enorme valor pedagógico para las futuras generaciones e incluso visitantes. Además, al contrario que otros proyectos presentados, el Ayuntamiento si tiene competencias para su realización y tampoco afecta directamente a titulares privados.

Sería, en resumen, no solo una acertada decoración, pero también un homenaje a un medio que vertebró al valle entero y que construyó la Calahorra moderna al nutrirse de todos aquellos que vinieron a buscar una vida mejor.

Nota de la Comisión evaluadora:

VIABLE, estudiando la actuación que pueda caber en el presupuesto